Algo tiene el final de la lluvia que deja cientos de nostalgias resbalando por la ventana.
Tiene además un sonido a soledad y un aroma frio.
Después de la lluvia quedan restos de lluvia en el suelo, y en el aire todos sus recuerdos convertidos en hielo.
Después de la tormenta sigo aqui, mojada. Sin saber discriminar las aguas, pero siguen llegando a mis labios las saladas.
Y empapada de ausencias, insisto. Y mi cuerpo se evapora, condensándose en el cielo, hasta el próximo evento cíclico del invierno, hasta caer convertido en lágrimas formando charquitos en el suelo.
sábado, 29 de mayo de 2010
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