domingo, 23 de octubre de 2011

Domingo de cenizas

Los siete sentidos que dispone mi piel conocen tu ausencia, saben que hoy tu mirada recorre antiguas heridas y que tu corazón intenta salvar tus labios de la mentira.

Las promesas sólo caben en lo posible, y el resto lo reserva la vida para los sueños.

Estoy sentada frente a un silencio, de esos que auxilian fantasmas y hieren la garganta haciendola vertir lágrimas y miedo. De aquellos que siembran espigas en el desierto.
Me arde la espera en el centro del pecho, como volcán vestido de hielo.

Recojo las cenizas esparcidas bajo las ruinas, me recojo el amor, su espejismo y mi espejo.