Los siete sentidos que dispone mi piel conocen tu ausencia, saben que hoy tu mirada recorre antiguas heridas y que tu corazón intenta salvar tus labios de la mentira.
Las promesas sólo caben en lo posible, y el resto lo reserva la vida para los sueños.
Estoy sentada frente a un silencio, de esos que auxilian fantasmas y hieren la garganta haciendola vertir lágrimas y miedo. De aquellos que siembran espigas en el desierto.
Me arde la espera en el centro del pecho, como volcán vestido de hielo.
Recojo las cenizas esparcidas bajo las ruinas, me recojo el amor, su espejismo y mi espejo.
domingo, 23 de octubre de 2011
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6 comentarios:
Te falta algo , por eso has escogido mal . Has transformado mendigo en príncipe . Los elementos componentes de ese algo , están dentro tuyo . Encuéntralos , y llevarás una vida mucho mejor .
Los verdaderos príncipes no han comenzado ninguna de sus relaciones lamiendo pies . Las reales princesas , por su parte , son conscientes de aquello y detectan a tiempo las señales .
Olvida , entierra , has de llevar el radar a reparaciones y sin ni una espera ... vivirás felicidad .
Ya lo verás .
No hay principes ni princesas protagonizando sus historias, sólo dos mortales sentimientos acongojados, heridos, tratando de entender las misiones de sus destinos.
¡Ay, Cass, cómo duele eso!
besos, muchos
Vivo vertiendo vino en mis heridas, para que el ardor del alcohol me haga saber que aun... vivo.
un abrazo
intensamente triste...
Querida Cassandra:
Siempre vengo por aquí, pero no siempre dejo comentarios.
Bravo por tu escritura.
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