domingo, 5 de septiembre de 2010

Éxodo de un alma atragantada

Se me atraganta el alma.
Si existe algo que reside aquí dentro, me ronda y me punza, y se enrosca en mi garganta, arañando el laberinto interno de mi cuerpo. Profana mi quietud a zarpazos, ataca el enrejado de mis calmas como fiera en cautiverio. Transgrede la constancia de mis vísceras, recorre sinápticamente cada fibra estrellando impulsos contra mi carne, obligándome a sentirla.
Asedia mi cordura.
Versa, gime, y silabeante, logra horadar una salida.
Me resigno a su deseo sentenciante, mientras escribe de un soplo
y sin premura,
mi vida.

4 comentarios:

Logan X dijo...

Olvidando y denostando las turbulencias, te puedo asegurar que el éxodo del alma es un cámino tan agrio como los dolores y desventuras que nos trae la vida. Entonces ¿por qué no vivir simplemente?
No dejes, por favor, de alimentarnos con tu pluma feroz, por quienes escudados tras una muralla, acometen cobardemente.

virgi dijo...

Si logra encontrar la salida, latirá mejor el alma.
Besos

Peniel Ramirez dijo...

Dioses!
que pluma!

TruHan dijo...

solo ella pone las reglas... que hacer ante eso???.

tierno abrazo